La deshidratación cutánea es una de las principales consecuencias del verano, ya que la piel pierde su textura, tonicidad y elasticidad. Una piel sana tiene el justo equilibrio entre agua y aceite, siendo la hidratación esencial para todos los tipos. La seca carece de los lípidos necesarios para mantener los niveles adecuados de agua, por lo cual retiene poca humedad, resecándose.
2022