Marzo 4, 2020
Ser sustentable ahorrando es cada vez más importante para los consumidores. La manera más fácil de asegurar de esto es con una correcta lectura de la Etiqueta de Eficiencia Energética.
Todos los aparatos electrónicos que se comercializan en Chile la tienen, y básicamente se trata de una de las guías más importantes que los consumidores poseen al momento de comprar uno de estos aparatos. La información de esta etiqueta es todavía más relevante en el caso de productos que están encendidos permanentemente, o cuando la inversión es para muchos años, como ocurre en el caso de los equipos de aire acondicionado. Esto cobra todavía más relevancia cuando en Chile la venta de estos equipos y según datos de la SEC, en tan solo 5 años se ha triplicado.
Para tener en cuenta, existen 7 niveles de consumo energético representados por letras y colores. En general, y sin necesariamente conocer en profundidad el tema, los consumidores prefieren los equipos que tienen una certificación A, la más alta. Pero ¿qué quiere decir cada uno de los elementos del etiquetado?
La letra. Los productos etiquetados con la letra A son los que poseen una mayor eficiencia energética, pero no basta solamente con ver la letra, ya que dentro de esta categoría, es muy importante fijarse que la nomenclatura incluya signos “+”. Mientras más signos acompañen a la letra A, más eficiente será el producto. El resto de letras posibles, de la B a la G, indica una eficiencia energética decreciente.
El color. La etiqueta posee múltiples colores, siendo el verde el de mayor eficiencia (presente en las letras A, B y C). Luego están los tonos amarillos (letras D y E), que poseen niveles de consumo medios, y finalmente el color rojo, que equivale a un alto gasto energético, representado por las letras F y G.
Consumo de energía. Luis Sanhueza, Services Coordinator de Daikin, explica que “si bien lo que muestra la parte superior de la etiqueta es muy importante para decidir la compra de un equipo de Aire Acondicionado, no es el único aspecto. En el caso de los equipos domiciliarios, del tipo Mini Split, en la parte de abajo de la etiqueta hay un número que se refiere al Consumo de Energía (kWh/mes). Esto equivale al gasto en base al uso de una hora al día, en modo refrigeración. Si este número es muy alto, la eficiencia energética no será tan óptima como la letra asignada que tenga”.
Otro aspecto a considerar es la capacidad nominal de refrigeración o calefacción, según sea el caso, y que también está expresada en kWh. Esto representa la capacidad de climatizar que posee el equipo en ciertas condiciones, y puede variar, dependiendo de la hora del día, las condiciones climáticas y de la potencia que emplee el equipo.
En definitiva, cada uno de los elementos de la etiqueta de eficiencia energética son claves para la decisión de compra, en la medida que el consumidor esté información de las diferencias entre una y otra nomenclatura. A fin de cuentas, además de ser una inversión para su bolsillo, lo será para el planeta, optando por productos más verdes y amigables con el medio ambiente.