Noviembre 29, 2016.
Gracias a sus propiedades, el consumo diario de aceite de coco está altamente recomendado por especialistas, pero sólo si se trata de la versión extra virgen, prensada en frío y orgánica, para evitar aditivos y procesos químicos que los hagan perder cualidades.
El aceite de coco está compuesto por ácidos grasos de la cadena media, lo que significa que son grasas positivas para nuestro organismo. Estudios en la población africana -donde el consumo de aceite de coco representa el 80% de la ingesta diaria de grasas- mostraron que no hay relación entre obesidad y el consumo de aceite de coco; por el contrario, en China un estudio comprobó que el consumo de grasas de la cadena media disminuye la grasa corporal, debido a que actúan a nivel metabólico aumentando el efecto termogénico de los alimentos, lo que genera un mayor gasto energético al metabolizar las grasas ingeridas.
Por si todo esto fuera poco, además, disminuye la formación de grasas de depósito, es decir ayuda a reducir la grasa abdominal contribuyendo a reducir el diámetro de la cintura. Por otra parte, en el proceso de metabolización de los alimentos, genera un efecto de saciedad, lo que favorece el control del apetito y la ansiedad.
Otras de las ventajas de su consumo que tienen que ver con la estética, son que previene el fotoenvejecimiento y contribuye al cuidado de la piel por medio de los polifenoles que lo componen y que actúan como antioxidantes para la dermis.
La dosis ideal recomendada por especialistas es de 4 gramos diarios, cantidad exacta que contiene cada una de las cápsulas de Coconut Oil ($ 19.990), un producto que se encuentra exclusivamente en Farmacias Cruz Verde y que está diseñado para que nuestro organismo reciba los múltiples beneficios del consumo de aceite de coco de calidad, sin necesidad de incorporarlo en nuestra cocina.