Octubre 3, 2018.
En Chile el 62% de los niños mayores de 12 años tiene caries, enfermedad odontológica que si no se trata a tiempo, puede ocasionar pérdida de dientes y otros problemas bucales. El doctor Cristián Venables, cirujano maxilofacial de Clínica Oral y Facial explica que las patologías bucales son bastante repetitivas a lo largo de la vida de las personas. Caries o enfermedades periodontales se repiten, y es en niños y adolescentes donde se expresan más estas enfermedades principalmente por los cambios hormonales y por un descuido en la higiene bucal. A esto hay que sumarle las variaciones alimentarias, pues es una etapa en la que se consumen más hidratos de carbono y grasas.
Cuando los pesquisamos, en la etapa final de la universidad, es cuando se empiezan a preocupar por algo que ya no es prevención (dolor de muelas por ejemplo). Generalmente cuando llegan a la consulta es porque tienen dolor y ya no hay mucho que hacer. “Lo que proponemos hoy día es la prevención ante todo. Esto comienza por los padres, que debemos apoyarlos en la etapa de la niñez, con hábitos como el de que aprendan a lavarse bien los dientes”, asegura el especialista. En el caso de los niños más pequeños es importante limpiarle los dientes después de la mamadera antes de dormir. La prevención además de la correcta limpieza bucal también tiene que ver con una dieta balanceada.
Y aunque jamás va a remplazar al cepillado, en ciertas ocasiones en las que nos es imposible lavarnos los dientes, la ingesta de chicle sin azúcar podría ser una alternativa. Las bacterias tras el consumo de alimentos se adhieren al diente y a la encía, y lo que hacemos mediante nuestros protectores naturales que son la lengua y la saliva es ir limpiando inconscientemente.
Otro complemento es el enjuague bucal, siempre recomendado por el odontólogo según las necesidades de cada paciente. No es lo mismo tener caries que una enfermedad periodontal, pues se sitúan en distintas partes de la boca.
En el caso de los niños se recomienda el enjuague desde el momento en que controlan la deglución, ya que de esta manera no se lo tragarán. Esto puede ser en torno a los 4 o 5 años. Lo bueno de estos enjuagues es que tienen una concentración de flúor mucho menor, por lo que si por casualidad se ingiere, no habría grandes problemas.
El doctor Venables recomienda que los niños desde el año acudan al dentista y lo hagan anualmente. La idea de la prevención es que tomemos a los niños desde pequeños y vayamos junto con ellos tratándolos, controlándolos y previniendo enfermedades.
Lo que se hace es sellar las fisuras donde se acumulan más restos de alimentos y así hay menos posibilidad para que las bacterias se acumulen. No es una solución definitiva pero es adecuado cuando se trata de niños que les cuesta limpiarse los dientes debido a que no tienen destreza por su motricidad fina.
Hoy día hay nuevas técnicas, como los implantes, que antes no se utilizaban tanto por el crecimiento, pero que ahora no podemos dejar a un niño sin pieza dental por las consecuencias psicológicas que esto conlleva. Recordar que el cepillado se termina también limpiando la lengua y mejillas.
En los bebés, el doctor Venables recomienda remover la leche porque es extremadamente ácida y generamos un ambiente propicio para las bacterias y los restos de leche al descomponerse en la boca generan una mayor cantidad de azúcar y con eso las bacterias atacan con mayor facilidad.