Julio 4, 2017.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) sólo en 2012 se registraron 8,2 millones de nuevos casos de enfermos de cáncer en el mundo, cifra que podría cuasi triplicarse en las próximas dos décadas impulsada principalmente por malos hábitos como el tabaquismo, la obesidad y el exceso de exposición al sol, entre otros factores.
Se trata de una enfermedad altamente invasiva, cuya manifestación y tratamiento conlleva una serie de efectos colaterales como cansancio, debilitamiento muscular y de los tejidos, quiebre emocional y en algunos casos también mucho dolor. Es por eso que cada vez hay más familias y enfermos que recurren a terapias complementarias en base a flores y plantas medicinales.
“Al principio este tipo de terapias eran bastante elitistas en el país dado sus altos costos, pues muy pocas personas las practicaban y el acceso a estos profesionales era muy limitado. Sin embargo, en los últimos años ha ido creciendo en gran medida la cantidad de personas dedicadas a estos temas, los que al mismo tiempo se han ido haciendo poco a poco más conocidos y se han acercado a más gente”, explica la académica de salud, terapia floral y plantas medicinales del Instituto del Medio Ambiente (IDMA), Juanita Herrera.
Adicionalmente, la experta cuenta que esta disciplina se ha ido integrando cada vez más a la medicina tradicional, pasando de ser conocida como “alternativa” a “integrativa”, lo que también la ha llevado a alcanzar a más gente.
“Entre otras cosas, las esencias florales benefician a las estructuras psico-emocionales, lo que favorece al proceso de duelo de enfermedad y fortalece al sistema inmunológico, potenciando mejoría y los procesos de sanción”, asegura Herrera, quien agrega que con ellas se pueden tratar reacciones como el miedo, la apatía, el desconcierto y la desesperanza. Además, continúa, plantas medicinales como la uña de gato, el noni y el matico contribuyen con sus propiedades químicas al manejo de la sintomatología de la enfermedad.
Si bien esta clase de tratamiento aún no es parte de las políticas públicas de salud en el país, la especialista señala que hoy se pueden encontrar profesionales dedicados a este tipo de terapias en distintos centros o incluso para la atención a domicilio, por lo que más chilenos pueden acceder a sus beneficios.
Juanita Herrera aclara además, que siempre es mejor prevenir, considerando que cerca del 40% de los cánceres son evitables con buenos hábitos de vida.