Noviembre 27, 2023
Se estima que para el año 2050, la diabetes afectará a más de un billón de personas en todo el mundo, según cifras entregadas por la Organización Panamericana de la Salud.
Como los diagnósticos siguen en aumento, es importante saber qué consumir y qué descartar de las comidas cuando se confirma esta enfermedad. Por eso, la nutricionista de Clínica NúcleoSalud, Ruth Igor, nos datea hoy con un “semáforo” de recomendaciones en este tema.
Alimentos en luz roja, los que están prohibidos. Conocido es que hay que evitar el azúcar cuando se padece de diabetes. Pero no sólo la blanca. La nutricionista Ruth Igor es enfática al respecto. “El azúcar rubia es igual de dañina, aunque muchos creen que es más sana; pero sólo están teñidas de colores distintos”, afirma la experta en el cuidado de enfermedades crónicas. Otra recomendación es evitar endulzantes como chancaca, canela o miel y preparaciones que las incluyan como tortas, pasteles, gomitas y caramelos.
Cuando a una persona le diagnostican diabetes debe dejar de consumir alcohol, sobre todo los azucarados. Pero también hay que mirar de lejos las bebidas. “El paciente no saca nada con disminuir su consumo de azúcar si al momento de beber se toma una bebida de dos litros”, comenta la nutricionista. A modo de ejemplo, añade que las gaseosas de 500 ml pueden llegar a contener cerca de 12 cucharadas de azúcar.
La luz amarilla, se pueden consumir, pero con cierto cuidado. Aquí principalmente se encuentran los carbohidratos. No deben ser consumidos libremente, pero de forma regulada no significarían un problema para la salud de las personas diabéticas. Un ejemplo es un infaltable en la mesa de los chilenos: el pan. Todos aportan carbohidratos, incluso los integrales. ¿La cantidad? Siempre moderada y dependiendo de la estatura, peso de la persona y nivel de actividad física, por lo que la recomendación es consultar con un especialista. En este listado también están los clásicos acompañamientos. Papas, fideos, quinoa, arroz, puré o legumbres. “Una forma práctica de regular este agregado es que no supere la cantidad de una taza de 200 ml”, aconseja la nutricionista de la Clínica NúcleoSalud. En lo que respecta a frutas hay más libertad, pero hay que tener cuidado con las cantidades. Aquí Ruth Igor aconseja máximo tres porciones al día y ojalá separadas entre sí por algunas horas de diferencia. Y un tema para poner atención es el consumo de jugos néctar sin azúcar. Lo ideal es que sea sólo un vaso, porque si bien estos líquidos son hechos con fruta molida, dos litros de ellos equivalen prácticamente a un kilo de fruta.
Luz verde, libre consumo. Aquí mencionamos los alimentos sin restricciones, sobre todo porque prácticamente no aportan carbohidratos. Lo principal en esta categoría son las verduras como lechuga, apio, acelga o repollo. Con ellas no hay problema si se consumen grandes cantidades. Pero no sólo es verdura. Las carnes también están permitidas, siempre y cuando el paciente no presente alguna enfermedad renal o cardiovascular. Hay que elegir las proteínas magras como el pollo, pavo, posta negra, pollo ganso, punta picana, filete o choclillo, entre otras.
Para concluir, la especialista Igor entrega una serie de recomendaciones generales:
- Ordenar los horarios de comida.
- Medir el tamaño de las porciones.
- Tener precaución con las cucharadas de azúcar diarias.
- Evitar dietas estrictas.
- Intentar mantener un peso saludable.