Enero 18, 2019.
El verano nos ofrece la oportunidad de broncearnos al aire libre. Pero se debe estar consciente de que, para obtener un color fascinante en la piel, hay que apoyar al cuerpo tanto interna como externamente con una protección adecuada que evite los dañinos rayos UV, los cuales penetran en la epidermis provocando quemaduras de distinto grado.
Además del daño progresivo, la acumulación de radiación solar aumenta las posibilidades de desarrollar cáncer de piel. Por ello, es esencial saber protegerla antes, durante y después del sol, durante todo el año y especialmente en verano. Es un cuidado que no se debe postergar.
Los daños provocados por exposiciones al sol sin la protección adecuada, pueden verse acentuados en pieles sensibles como las de fototipo más claro, blanquecino y en las pieles secas. Debido a que las personas que poseen estas características, tienen menor cantidad de melanina y se encuentran más expuestas al daño, por la falta de pigmentos que protegen la piel.
Por ende, al contar con menor cantidad de melanina, pieles más claras se encuentran menos protegidas ante los efectos del sol y los filtros que la protegen se minimizan al incrementar la exposición a estos rayos UV. A su vez, las pieles secas también sufren durante el verano, esto a consecuencia del viento, la arena, la sal del mar, el cloro de piscinas y el sol que provocan mayor resequedad y un aspecto más envejecido.
María Elena Rudolphi, químico farmacéutica de Farmacias Knop, comenta al respecto que “es importante el cuidado antes de exponerse al sol aplicando pantalla solar idealmente con factor de protección 50; mientras tomemos sol, tener en cuenta el tiempo máximo de exposición, no más de 30 minutos y fuera del horario de las 14 y 16 horas; posterior se debe nutrir y refrescar la piel”.
La especialista además nos comparte algunos tips para refrescar la piel de todo el cuerpo de forma adecuada:
- Beber agua antes, durante y después de la exposición al sol, ya que con las altas temperaturas el cuerpo compensa el calor a través de la sudoración y esto puede generar deshidratación e inclusive marearnos. Llevar siempre una botella de agua es ideal.
- Ducharse con agua templada, al salir del baño se hará de forma más fresca y así el cuerpo se adaptará más rápido al contraste con el calor del ambiente.
- Proteger por medio de los alimentos, pues varios apoyan la restauración de los niveles de hidratación al consumir frutas jugosas, como melones y sandías. Otras frutas bloquean la acción de los radicales libres y los daños producidos en las células cutáneas con los ricos en antioxidantes, tales como guindas, frutillas, frambuesas, maquis, damascos, mangos además de las clásicas naranjas, ricas en vitamina C. No se debe dejar de lado las verduras con altos niveles de betacaroteno, como son las zanahorias, el zapallo y las espinacas entre otras.
- Aplicar al cuerpo aloe vera. Este paso es fundamental para terapias posteriores a la toma de sol, porque ofrece un efecto frío y al mismo tiempo cuida la piel. Si se busca un alivio después de un largo día de sol, el Gel corporal Alloette® de Farmacias KNOP (precio normal $ 6.490 y oferta online $ 4.990) es una buena opción. Ya que posee Aloe Vera y Hamamelis, suave textura en gel y gracias a sus compuestos otorga propiedades hidratantes, suavizantes y protectoras a la piel.
- Además, por las elevadas temperaturas a las que se somete el cuerpo, se provoca una gran pérdida de agua cutánea y vasodilatación, para poder apoyar esta falla el Gel Alloette contiene extracto natural de Hamamelis, la cual ayuda a calmar y aliviar la piel, ayudando a disminuir su aspecto rojo e irritado.
María Elena Rudolphi agrega que “el Gel Alloette puede dejarse dentro del refrigerador para aumentar el refrescamiento de la piel al ser aplicado. Además, es recomendado su uso de manera diaria con el fin de obtener una piel más saludable e hidratada”.