Mayo 29, 2018.
En septiembre del año pasado supimos de la existencia de fLash, un producto con una promesa maravillosa… dejar nuestras pestañas increíblemente largas, pero después de probarlo, no estoy tan segura de que esa promesa se cumpla. Como siempre, esta #ExperienciaDatéate va acompañada de fotos para que puedan comparar y sacar sus propias conclusiones.
La idea es usar fLash diariamente, durante por lo menos 6 semanas -cosa que hice de forma sagrada- para comenzar a notar el cambio. Ya habían pasado las 6 semanas pero aún me quedaba producto, y me propuse cerrar este experimento cuando terminara el frasco que me duró casi el doble. Antes de seguir, debo confesar que a las 6 semanas no veía diferencia.
Pasadas las 6 semanas coincidió que me hice un encrespado permanente, cosa que no hago habitualmente (sólo me he hecho 2 encrespados permanentes en mi vida, uno a fines de 2018, y el anterior fue a mediados de 2012, así de poco frecuente). Con las pestañas súper crespas, seguí aplicando fLash.
Como sabrán quienes se han hecho la permanente en las pestañas, suelen verse más cortas por lo crespas que quedan… entonces, cuando se me quitó el efecto del encrespado, la primera sensación fue que tenía las pestañas larguísimas, por lo que supuse que todo era responsabilidad de fLash y casi le prendo velas.
Me saqué fotos y el encantamiento duró hasta que las comparé con las primeras que me tomé antes de empezar a usar fLash… honestamente creo que hay diferencia, pero muy poca considerando los $ 30.000 que vale el producto.
Es cierto, cuesta sacarse dos fotos exactamente iguales en momentos distintos como para comparar, y sí, siento que hay cierta diferencia, como que algunas pestañas sí se alargaron un poco, porque me da la impresión de que antes estaban más parejas que ahora, pero igual está lejos de cumplir la promesa que fue la que publicamos AQUÍ, cuando recibimos la información de fLash.
Acá las fotos para que puedan comparar y tomar una decisión informada antes de comprarlo.
Antes/Después