Marzo 10, 2017.
Todos los días nuestra piel se expone a toxinas que se encuentran en el ambiente, lo que va dañando silenciosamente nuestro rostro… pero con algunos simples pasos que nos entrega Maripili Vizcaya, médico experta en antiaging y longevidad de Wellness & Aesthetics Center, podemos ayudar a que ése se oxigene y refresque.
Se sabe que 1 mg de piel se puede defender del ataque de aproximadamente 601.014 radicales libres, pero esta acción protectora es insuficiente en la mayoría de las situaciones en las que la epidermis está en contacto con la contaminación ambiental, que actúa como un auténtico ‘cóctel’ de sustancias productoras de radicales libres que multiplican varias veces esta cifra, lo que acelera el proceso de envejecimiento.
Además, la contaminación se adhiere a la piel obstruyendo los poros y provocando la acumulación de impurezas, provocando deshidratación, pérdida de vitalidad, luminosidad y salud… Y ¿cómo protegernos?
- Es indispensable limpiar a fondo la piel dos veces al día: Se debe realizar esta acción por la mañana y por la noche, primero empleando un producto oleoso (leche, crema o aceite) y, después, otro jabonoso (gel o espuma). El oleoso elimina la grasa, porque es soluble en aceite, y el jabonoso elimina las impurezas hidrosolubles.
- Hidratar bien la piel: Teniendo en cuenta que una de las principales consecuencias del daño oxidativo es la aparición de arrugas y la flacidez cutánea, es fundamental aplicar productos ricos en sustancias específicas para luchar contra los radicales libres. Debemos buscar cremas cosméticas que incluyan potentes ingredientes antioxidantes (vitaminas C y E, coenzima Q10). Para las personas que pasan más de tres horas al día al aire libre y en ambientes contaminados, la mejor opción es la aplicación de un serum con propiedades antioxidantes.
- Aplicar un protector solar con filtros físicos FSP 50: Esto con el fin de protegerla de los efectos perjudiciales de los rayos UVA y/o UVB y para reforzar esta protección, a nivel facial, es también recomendable maquillarse todos los días, ya que esto también impide que la polución se adhiera a la piel.
- Otras recomendaciones: Utilizar productos que aumenten la hidratación cutánea como aguas termales y consumir de 2 a 3 litros de agua mineral al día; emplear productos libres de fragancias y optar por aquellos que contengan los conservantes menos sensibilizantes; y siempre preferir los cosméticos con pocos activos, preferiblemente de origen mineral y que sean hipoalergénicos, por lo que es importante acudir a un especialista que determine el tipo de piel, según la persona y los productos idóneos según su evaluación.