Octubre 28, 2016.
Quien no duerme, no puede rendir al 100%, y para conseguir un sueño reponedor es fundamental contar con el colchón apropiado para nuestra fisonomía, pues cada uno de nosotros tenemos necesidades diferentes, así que no basta con comprar un “buen colchón”.
Según Francesca Seitz, brand manager de Flex Chile, “luego de años de investigación hemos identificado colchones para cada persona, privilegiando el buen dormir”, por lo que nos recomienda tener en cuenta los siguientes factores:
Flexibilidad: El colchón debe ser lo suficientemente flexible para que se adapte a todas las curvas de tu columna. Si duermes en pareja, será la persona de mayor peso la que determine la elección.
Quién lo va a utilizar: No es lo mismo un colchón para niños que para adultos. Un producto más liviano es la opción ideal para los más pequeños, pues les otorga una mejor posición al dormir. Por otro lado, los que pesan más, necesitan colchones más firmes que les ofrezcan buen soporte y una buena acogida, como los fabricados con resortes LFK como el modelo Innova de Flex.
La posición al dormir: Todos tenemos una posición preferida. Si te gusta dormir boca arriba, lo mejor son los colchones firmes; y si duermes de lado, te conviene un colchón de menor firmeza que permita al hombro hundirse levemente hasta encontrar la posición adecuada. Modelos como el Terapedic y Moddula, son ideales para este tipo de movimientos.
Movimiento: Si te mueves mucho durante la noche, te conviene un colchón algo más firme que te ayude a girar sin esfuerzo. Ahora, si duermes en pareja, y sólo uno de ustedes se mueve mientras duerme, Flex tiene el modelo Majesty que entrega independencia de movimiento para dormir toda la noche.