
Enero 23, 2025
Se estima que en nuestro país, una de cada siete personas adultas tienen algún grado de depresión, y mayoritariamente se trata de mujeres. Ante estas cifras preocupantes, es bueno recordar que la actividad física es un excelente apoyo a la hora de pensar el en cuidado de la salud mental.
“Numerosos estudios respaldan la eficacia del ejercicio para mejorar el estado de ánimo, reducir los síntomas depresivos, controlar la ansiedad y generar una sensación general de bienestar. Incluso, en algunos casos, los efectos de la actividad física pueden superar a los de los medicamentos, debido a que su práctica regular reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, hipertensión, los niveles de azúcar en sangre, los triglicéridos, y mejora la función vascular, entre otros importantes beneficios, lo que equivale a tomar una serie de medicamentos distintos”, detalla Cristóbal Toledo, Psicólogo Deportivo Asesor de Sportlife.
Algunos de los efectos de practicar algún deporte u otro ejercicio físico son: la liberación de endorfinas, que mejoran el ánimo y ayudan a reducir el estrés; la regulación de neurotransmisores, como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina, fundamentales para el bienestar emocional; reducción del estrés y la ansiedad; mejora de la calidad del sueño; incremento del autoestima, no sólo por temas físicos, pues cada pequeña mejora en el rendimiento puede ayudar a una buena autopercepción; y conexiones sociales, gracias a las actividades grupales.
Para quienes llevan vidas más bien sedentarias, el especialista recomienda comenzar poco a poco y ponerse metas realistas; realizar alguna actividad que sea placentera; ser constante, sin ser inflexible; y jamás olvidar que el ejercicio es un complemento saludable, pero no reemplaza las indicaciones que puede entregar el médico, a quien siempre debemos consultar.