Septiembre 29, 2022
Chile posee uno de los terroir más finos del mundo, debido a su larga extensión de territorio, lo cual le ha permitido desarrollar una fuerte diversificación de vides, y por ende, una potente presencia vinícola a nivel mundial.
Según los datos oficiales de la Odepa, las exportaciones totales de vino en el año 2021 alcanzaron 908,8 millones de litros, por un total de 2.037,3 millones de dólares.
Esta historia se ha construido a lo largo de los siglos, donde desde las raíces de la Colonia, con la llegada de los conquistadores españoles, se plantaron las primeras vides, definiendo nuestra historia como uno de los países vinícolas más destacados.
Si aún no sabes los motivos de su reconocimiento, los expertos de La Vinoteca comparten cinco razones por las que el vino nacional es tan famoso en el mundo.
- Diversidad de cepas. Como ya sabemos, Chile es un país largo rico en diversidad de suelos, climas, vegetación, entre otras características que lo hacen ser un referente cuando hablamos de vinos. Gracias a lo anterior, es que en la actualidad somos productores de una gran diversidad de cepas, lo que nos permite ofrecer al mercado una gran cantidad y variedad de vinos, siempre manteniendo la calidad que tanto nos caracteriza. Según los datos arrojados por la Odepa, las cepas más populares son Cabernet Sauvignon con 40.053 ha (29%), seguido por el Sauvignon Blanc con 15.224 ha (11%) y por el Merlot con 11.366 ha (8%).
- Variedad en el tipo de suelo. El suelo es, sin duda, un factor determinante a la hora de hablar de la producción de un buen vino. Nuestra situación geográfica repercute directamente en nuestros suelos, permitiendo que exista una gran diversidad de valles vitivinícolas con condiciones irrepetibles a nivel global. Este enorme potencial para la producción de vinos únicos y altamente diversificados, tiene directa vinculación con las particularidades del territorio chileno y sus relieves. Además, se considera que nuestro suelo, el cual es responsable del estado hídrico de las plantas, de administrar nutrientes y del desarrollo vegetativo y frutícola, es un entorno muy favorable para la plantación y producción de las uvas que posteriormente se convertirán en vino.
- Influencia del mar en el vino. Nuestra larga costa es un privilegio, y no sólo por las playas y los pescados y mariscos que nos otorga. Muchos no saben que este ítem es el responsable de que los vinos chilenos tengan una mejor acidez, sean más frescos y apetecibles. Gracias a la influencia de la corriente fría de Humboldt, que recorre la costa sudamericana desde Magallanes hasta las Islas Galápagos, se forman ambientes especialmente favorables para el desarrollo de la vitivinicultura de climas frescos, permitiendo que existan especiales condiciones para distintos cepajes, tales como el Sauvignon Blanc y el Chardonnay, pero también, de tintos, destacando nuestro emblemático Cabernet Sauvignon.
- Influencia de las montañas en el vino. Un país montañoso, donde nuestra querida Cordillera de los Andes toma el protagonismo. Ésta, como varios sabemos, actúa como un biombo climático impidiendo que los vientos húmedos provenientes de Argentina lleguen hasta el Valle Central y detiene la influencia fría proveniente del océano Pacífico sobre el territorio nacional, y además genera una gran amplitud térmica, lo cual es importante para el periodo de madurez de la uva, favoreciendo durante el día la acumulación de azúcares y durante la noche la mantención de la acidez natural, creando un equilibrio óptimo y potenciando la producción de vinos de calidad. Por otra parte, no hay que dejar de lado nuestra Cordillera de la costa, la que, si bien es más pequeña, igualmente juega un papel fundamental en esta materia, pues es una importante barrera para el aire frío proveniente del Océano Pacífico permitiendo que tengamos un clima más mediterráneo, especialmente en la Zona Central y por ende, condiciones idóneas para la plantación de vides.
- Clima. Chile cuenta con altas temperaturas en el verano y posee inviernos fríos y lluviosos, el ambiente idóneo para la producción de vino. Esto además permite que, si bien el territorio de mayor producción vitivinícola corresponde a la zona central, el cual posee una condición más templada y con lluvias de tipo mediterráneo, igualmente encontramos plantaciones en la zona norte y austral de nuestro país.