Junio 7, 2021
El melanoma es uno de los cánceres más frecuentes en el mundo occidental. De hecho, supone “el 80% de los fallecimientos por cáncer de piel”, asegura la Doctora Aurora Garre, Medical Marketing Manager de Isdin, laboratorio internacional líder en dermatología y fotoprotección. Garre también explica que el melanoma afecta a personas más jóvenes y advierte que “sufrir 5 quemaduras antes de los 20 años aumenta el riesgo de melanoma en un 80%”.
La doctora Garre hace hincapié en la prevención ya desde la infancia e indica que “el 39% de los niños se queman frecuentemente cada verano” y apunta que “las quemaduras solares en la infancia son uno de los mayores factores de riesgo para la aparición de un melanoma”.
La prevención debe tener continuidad a lo largo de la vida y se recomiendan revisiones dermatológicas por lo menos una vez al año. Además es muy importante tener en cuenta que, ante toda lesión en la piel que cambie o crezca rápido, se debe consultar sin demora con el médico para su evaluación.
El melanoma es un tumor maligno de la piel que tiene su origen en los melanocitos (que son las células que dan color a la piel). Normalmente aparece sobre piel sana y hasta un tercio puede darse sobre nevus melanocíticos (lunares). También existen casos en los que el melanoma aparece en otras partes del cuerpo como mucosas (especialmente las del ojo y el aparato digestivo) o ganglios. Estar atentos a la evolución de las marcas de la piel con la regla ABCDE se pueden reconocer los signos de alarma de un lunar:
- A – Asimetría. La lesión no es redondeada.
- B – Bordes. Los bordes son irregulares.
- C – Color. La lesión presenta distintos colores, no homogéneos.
- D – Diámetro. El tamaño de la lesión es mayor de 6 mm.
- E – Evolución. Cualquiera de las características anteriores ha presentado cambios en el tiempo.
El melanoma es uno de los tumores cuya incidencia más está aumentando en Occidente, lo que está muy relacionado con los hábitos de exposición solar. El alza anual de la tasa de incidencia se sitúa entre un 3% y un 7% en los países de población de piel caucásica. Y es que la tasa de incidencia es superior en las personas de piel clara (sobre todo las de pelo rubio y pelirrojo), sin embargo, también se ha relacionado el desarrollo de este tipo de cáncer de piel con factores genéticos (en un 7% de los casos).
Algunas recomendaciones para minimizar el riesgo de sufrir cáncer de piel son:
- Evitar la exposición solar en las horas centrales del día, de 12h a 16h.
- Evitar exponer al sol a los menores de 3 años. Es muy importante protegerlos con ropa, sombreros, gafas y fotoprotectores con FPS alto.
- No exponer al sol a los menores de 6 meses.
- Utilizar ropa ligera, sombreros y gafas de sol: un sombrero de ala ancha protege los ojos, la cara y el cuello; lentes de sol oscuros con filtro para rayos UV protegen la delicada piel del contorno de los ojos y previenen el desarrollo precoz de cataratas.
- SPF altos o muy altos. Partes del cuerpo más sensibles al sol: cara, cuello, cabeza (especial atención las personas calvas), hombros, escote, orejas, manos y empeines. La protección de los labios debe realizarse con barras fotoprotectoras.
- Utilizar cantidades generosas de fotoprotector en todo el cuerpo, con la piel seca, unos 15-30 minutos antes de la exposición solar y repetir cada 2 horas. También debe volverse a aplicar el fotoprotector tras un baño prolongado, aunque el producto sea resistente al agua, pues un secado con la toalla puede retirar hasta el 85% del filtro solar.
- Renovar los fotoprotectores cada año. No aprovechar el del verano anterior.
- Intentar que la exposición solar en verano sea de forma progresiva.
- Realizar revisiones dermatológicas de forma periódica (por lo menos anualmente) y en caso de duda.
- Utilizar el fotoprotector que más te guste. Ya sea por el olor, por la textura… esto facilitará su uso.
