Estas empanaditas de espinaca no me duraron NADA! 😧 y sé que les va a pasar lo mismo si las preparan 😋
La masa lleva 2 ¾ tazas de harina sin polvos de hornear, 130 gramos de mantequilla a temperatura ambiente, ½ cucharadita de sal, 100 gramos de espinaca, 1 huevo y 1/3 taza de leche descremada.
Para prepararla hay que poner la espinaca en agua recién hervida durante un par de minutos, luego retirarla del agua caliente, sumergirla en agua fría y dejarla en un colador para que escurra.
En la licuadora poner las espinacas, la leche y el huevo, y hacerla funcionar hasta que mezcle bien. Lo ideal es ir parando y ayudarse con una cuchara de palo para despegar los pedazos más grandes de espinaca que vayan quedando en las paredes del vaso de la licuadora. Reservar.
En un recipiente aparte, poner la harina, la sal y la mantequilla y mezclar todo con la ayuda de un tenedor. Luego sumar la preparación que está en la juguera y comenzar a mezclar con las manos hasta tener una masa de rica textura. Envolverla en alusa o con una bolsa plástica limpia, y guardarla en el refrigerador para que repose media hora.
Ahora vamos con el relleno: puede ser solo queso, o espinaca con queso y algún aliño como ajo, o ciboulette. Yo las rellené con 100 gramos de espinaca, 150 gramos de queso mantecoso rallado en hebras y 1 diente de ajo. Piqué la espinaca bien fina, al igual que el ajo, lo mezclé con el queso, y listo el relleno!
Cuando la masa complete su reposo hay que estirarla en una mesa enharinada. Yo lo fui haciendo por trozos. Corté las redondelas para cada empanada, rellené, remojé las orillas con agua, las cerré presionando bien los bordes, y les hice el hoyito de rigor con un mondadientes.
Las ordené en la bandeja del horno, pero antes de hornearlas, reposaron armadas en el refrigerador durante 20 minutos más.
Luego las horneé durante 20 minutos (con calor simultáneo arriba y abajo) a 175°C… y ¡delicias! 💚🤤